Para ayudarte a trasladar feedback crítico de la manera más constructiva posible hemos aplicado una mini-receta de comunicación no violenta que permite convertir un comentario negativo, en una oportunidad de mejora.
Pongo un ejemplo real de comentario “negativo”:
"Estoy harto del comedor y sus microondas"
Está claro alguien está descontento con el comedor, pero esto no ayuda a entender el problema y aportar soluciones. Aplicando una sencilla receta te proponemos dividir el comentario en tres partes:
La objetiva: describir el contexto en el que te encuentras y la situación: "Sólo hay dos microondas en el comedor, somos 200 personas en la empresa y tengo que hacer una cola de 15 minutos para calentarme la comida cada día"
La subjetiva: cómo te hace sentir esa situación: "Esto me provoca la sensación de estar perdiendo el tiempo y me hace sentir de mal humor"
La constructiva: aquí se invita a proponer una idea o solución para mejorar la situación: "Podríamos hacer turnos para comer o comprar más microondas"
De esta manera ayudamos a organizar esas emociones negativas y convertirlas en un feedback mucho más fácil de digerir por la organización.